Comentario
Cómo el Almirante salió de Barcelona para Sevilla, y de Sevilla para la Española
Una vez provisto cuanto hacía falta para la población de aquellas tierras, el Almirante salió de Barcelona para Sevilla, el mes de Junio. Tan pronto como llegó, procuró con entera diligencia la expedición de la armada que los Reyes Católicos le habían mandado hiciese, y en breve tiempo fueron puestos a punto diez y siete navíos, entre grandes y pequeños, proveídos de muchos bastimentos y de todas las cosas y artificios que para poblar todas aquellas tierras parecieron necesarius, a saber: artesanos de todos los oficios; hombres de trabajo; labriegos, que cultivasen la tierra; sin contar con que, a la fama del oro y de otras cosas nuevas de aquellos países, habían acudido tantos caballeros e hidalgos y otra gente noble, que fue necesario disminuir el número, y que no se diese permiso a tanta gente que se alistaba, hasta que se viese en alguna manera cómo sucedían las cosas en aquellas regiones, y que todo, en algún modo, estuviese arreglado, aunque no se pudo restringir tanto el número de la gente que estaba para entrar en la armada, que no llegase a mil quinientas personas, entre grandes y pequeñas; algunos de los cuales llevaron caballos y otros animales que fueron de mucha utilidad y provecho para la población de aquellas tierras.
Hechos estos preparativos, el miércoles, a 25 de Septiembre del año 1493, una hora antes de salir el sol, estando presentes mi hermano y yo, el Almirante levó anclas en el puerto de Cádiz, donde se había reunido la armada, y llevó su rumbo al Sudoeste, hacia las islas de Canaria, para tomar allí refresco de las cosas necesarias, y así, con buen tiempo, a 28 de Septiembre, estando ya cien leguas más allá de España, fueron a la nave del Almirante muchos pajarillos de tierra, tórtolas y otras especies de pájaros pequeños, que parecían ir de paso para invernar en Africa, y que venían de las islas Azores. Continuando luego su viaje, miércoles, a 2 de Octubre, llegó el Almirante a la Gran Canaria, donde fondeó. A media noche tornó a su camino para ir a la Gomera, donde llegó el sábado, 5 de Octubre, y con gran diligencia ordenó que se tomase cuanto hacía falta para la armada.